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“Nos gustaría que la UE y la comunidad internacional en general fuesen conscientes de la necesidad de enmendar la Constitución. Las enmiendas son absolutamente necesarias si va a haber un proceso de democratización”, manifestó en una de sus últimas declaraciones a la prensa la opositora birmana y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi .

Sus palabras en este sentido no fueron casualidad, sino que estuvieron directamente dirigidas a los muchos representantes de la Unión Europea que en los últimos tiempos vienen haciendo oídos sordos a los constantes pedidos de ayuda de países como Birmania, que necesitan un respaldo internacional fuerte para volverse más democráticos de lo que son en la actualidad.

Suu Kyi, que en la semana estuvo reunida con la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, ha señalado que si bien en tiempos recientes, tras el comienzo de la democracia, Birmania ha vivido interesantes modificaciones en la forma de hacer política primero, y en la de vivir luego, estas transformaciones sociales no han sido tantas como se espera que sean a final de cuentas.

El problema es, básicamente, que más allá de la apertura a la democracia de los últimos dos o tres años en Birmania, la vieja Constitución, que permanece vigente, “sigue otorgando poderes clave al Ejército y restringiendo la participación tanto de la oposición como de las mujeres en la vida política del país”, ha indicado la mundialmente célebre Suu Kyi, quien pretende participar en las elecciones de 2015, y hasta ahora no podría hacerlo.

Vía: Uniradio informa
Imagen: IBN Live

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