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Win Zaw Oo es un tipo especial. Aunque no tiene ningún talento en particular es famoso en todo el país, y eso se debe a que mide ni más ni menos que 2.33 metros, por lo que no sólo es considerado el hombre más alto de Birmania, sino también uno de los más elevados de todo el mundo. Sin embargo, por los problemas físicos que eso le trae, se ha propuesto operarse y así terminar con su crecimiento.

En este sentido, el “gran Zaw”, como lo llama cariñosamente sus familiares y los médicos locales que trabajan desde hace tiempo en su caso, regresó este jueves a su país tras una operación en Singapur, en la que se intentó sacar buena parte de un tumor que tiene en su cerebro, y que los expertos consideran es el gran responsable de que su crecimiento no encuentre un punto en donde detenerse.

“Creo que todo va bien, aunque mi visión es un poco borrosa”, ha señalado al respecto este personaje querido en todo el territorio de Birmania, y que apenas se encuentra a 18 centímetros del hombre más alto del mundo. Ahora, se espera que se analice la evolución de esta operación en el pequeño pueblo de Birmania en el que vive junto a sus padres y sus hermanas.

Claro, el principal inconveniente que tiene es que no puede tratarse de esta problemática en Birmania, un país que cuenta lamentablemente con un sistema de salud arrasado por medio siglo de dictadura militar. Por suerte, el hecho de que su caso se haya hecho conocido, y la ayuda tanto de privados como del Estado, le ha brindado ahora a Win Zaw Oo, una nueva oportunidad en esta vida.

Vía: El Deber
Imagen: News

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