Durante los últimos tres días, miles de manifestantes antigubernamentales han llenado las calles de Bangkok, obstruyendo las intersecciones y pidiendo que el primer ministro Yingluck Shinawatra abandone su puesto. Esto, en el marco de la espera que indica que la industria turística del país tendrá un gran éxito, con visitantes de China en número espectacular de cara a lo que serán los festejos por el Año Nuevo.

El caso es que no es sólo el sector turístico de Tailandia el que está sufriendo, sino que además la vecina Myanmar también está sintiendo el escalofrío ante la masiva llegada de chinos que pone en jaque al país. “Por lo general en esta época del año es una temporada turística popular”, han asegurado al respecto, en momentos en los que además algunos consideran que la llegada de turistas podría ser menor a la del año pasado por estas protestas.

En cuanto a Birmania, aproximadamente tres años después el presidente Thein Sein iniciara la transformación política de Myanmar y la agenda de reformas económicas, el crecimiento del país ha sido sostenido pero desigual, provocando la furia de una enorme cantidad de sus habitantes. Para colmo, también existen inconvenientes con los inversores que no pueden entrar al país sin problemas.

Aunque el turismo es todavía una pequeña parte de la economía, la llegada de turistas en Myanmar se duplicó en los últimos años, siendo un componente de rápido crecimiento del sector de servicios de la naciente Myanmar, y de cara a las novedades que se esperan de la “Myanmar Hospitality & Tourism Conference”.

Vía: Business Week
Imagen: El ciudadano