Más de una vez hemos mencionado en este mismo sitio lo que sucede con Birmania, un territorio que con el paso del tiempo se ha ido abriendo a las muchas culturas que se encuentran alrededor suyo y en todo el resto del mundo, luego de medio siglo en una serie de dictaduras que tuvieron al país completamente aislado.

Con la religión como tema fundamental de la vida diaria de sus ciudadanos, con Aung San Suu Kyi, una Premio Nobel sentada en el Parlamento, y con una gigantesca cantidad de atractivos naturales y culturales para quienes lo visitan, Birmania es uno de los destinos que más viene creciendo en los últimos tiempos en todo el mundo, y la verdad es que no por nada sucede ello.

Resulta increíble, por otro lado, que en términos históricos, antes los ciudadanos birmanos trataban mal a los viajeros para que no volvieran y se marcharan. Esto, porque consideraban que el dinero de los turistas quedaba directamente en manos de los militares locales. Ahora, los viajeros son recibidos con los brazos abiertos, y más allá de los conflictos étnicos locales, desde 2010 se percibe un aura de calidez para con los viajeros que es realmente una bendición para todos los que estamos acostumbrados a viajar y conocer culturas.

De hecho, no sólo los habitantes locales han logrado que Birmania se convierta en un destino más ameno para los viajeros, sino que además empresas multinacionales como Hilton, Coca-Cola, Samsung, Visa o MasterCard, han comenzado a funcionar en este lugar. Paradójicamente, hay quienes consideran que el progreso cultural que se vive ahora en el país podría ser perjudicial para el antiguo imperio. Los turistas, en esta confluencia actual, agradecidos.

Vía: Eju
Imagen: Polo a polo