Más allá del indudable crecimiento asiático que está experimentando Birmania en los últimos tiempos, aún lejos de su potencial pero muy superior a los tiempos de su dictadura, otro de los aspectos que resulta clave para la mejoría de la economía local es la cantidad de turistas que se han acercado a sus principales atractivos.
Por caso, sitios como por centenarios templos de Bagan, el exuberante lago Inle o la figura de la nobel de la paz Aung San Su Kyi, se han convertido en símbolos de una nación pujante a la que antes era prácticamente imposible ingresar, y que ahora ha recibido a personas de todas partes con una amabilidad realmente espectacular.
Una muestra clara de lo que venimos destacando, es que si comparamos la cantidad de viajeros que llegaron a Birmania en este 2013, con el mismo período del año anterior, el aumento ha sido de aproximadamente el 30%, y se espera que esa cifra pueda ampliarse hasta el 40% antes de fin de año, aunque ya es francamente excepcional.
De hecho, se espera que el número de viajantes se acerque a los 2 millones de personas este año, lo que permitirá a Birmania tener un volumen de ingresos mucho mayor al esperado, y por qué no, comenzar con distintas campañas que le permitan seguir mejorando estas estadísticas en años venideros.
Vía: La Razón
Imagen: Babel Viajes