birmania04.jpg

La violencia existente entre musulmanes y birmanos se había mantenido hasta ahora especialmente en la zona noroeste del país, pero la llegada de los enfrentamientos a la parte central del territorio birmano ha provocado el temor porque estos choques terminen apoderándose de la totalidad de la nación asiática.

En concreto, es que según destaca la prensa local por estas horas, “una mezquita y una madrasa fueron destruidas por turbas budistas en la ciudad de Mone, en la provincia de Pegu, a unos 200 kilómetros de Rangún”, una región que hasta el momento había salido indemne de este tipo de enfrentamientos armados.

La buena noticia, en cualquier caso, es que al no haberse registrado víctimas fatales, se espera que las devoluciones armadas se hagan esperar, considerando que cada vez que efectivamente hay muertos en estos ataques, la parte que lo ha llorado, responde inmediatamente y aún con más furia contra la primera agresora.

Además, hay que señalar que de todos modos en el centro de la superficie que corresponde a Birmania, todavía la Policía tiene el control de cada uno de los aspectos institucionales, por lo que se trata del momento justo para terminar desbaratar a todas las bandas que se encuentran inmiscuidas en este asunto.

Vía e imagen: El Diario

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.