“A menos de que podamos resolver todo esto, no podremos tener el tipo de sociedad estable y pacífica donde uno se sienta feliz de poder invertir”. Las palabras pudo haberlas dicho cualquier persona relacionada con la actualidad política de Birmania, aunque en labios de la opositora Suu Kyi, suenan aún más fuertes.
Lo que sucede es que durante una intervención en un foro económico en Singapur, Suu Kyi señaló que más allá de los avances que su país viene teniendo en materia social, será imposible conseguir la igualdad a menos que se luche definitivamente contra los brotes de violencia constantes entre musulmanes y budistas, cercanos al Gobierno de Thein Sein.
Por otro lado, la premio Nobel de la Paz también señaló la necesidad de reforzar el Estado de Derecho en el país, y llamó a los inversores internacionales a fijarse en la posibilidad de poner dinero dentro de su territorio, aunque también aseguró que esto debe hacerse del modo más responsable seguro, algo que no siempre sucede.
“Si la gente teme que la maten, que le roben sus bienes o que le quemen la casa, no se podrá persuadirles para que se sienten y resuelvan sus diferencias”, explicó finalmente la principal candidata opositora al Gobierno, quien además recordó que en los últimos dos años, más de 250 personas han perdido la vida en estas contiendas.