Birmania comenzó a estar alerta a finales del año pasado por los primeros brotes de una enfermedad conocida como tuberculosis multirresistente, y todo hace indicar que llegados a este punto deberán extremar las medidas de seguridad, dado que ya son 9.000 los ciudadanos locales que la han adquirido desde entonces.
“Las formas de tuberculosis multirresistente, que no pueden tratarse con los medicamentos clásicos, presentan una tasa inquietante en el país, con una estimación de 8.900 casos este año”, han señalado al respecto las fuentes de la ONG Médicos sin Fronteras que se encuentran tratando la enfermedad in situ.
Otro problema grave es que debido a la escasa producción local y las complicaciones para la importación, apenas 800 enfermos de los 9.000,menos del 10% de ellos, se encuentran recibiendo tratamiento ahora mismo, y los enfermeros deben luchar además con las lamentables condiciones de higiene de muchos centros locales.
Por eso, los especialistas locales y los extranjeros que trabajan codo a codo con ellos, han manifestado la necesidad existente de que se realice un “plan de lucha contra la enfermedad que se aplique en todo el país asiático”, y así poder erradicarla de forma definitiva, para que no se tengan que lamentar muertes en el futuro.