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Luego de los últimos enfrentamientos entre personas pertenecientes a las religiones budista y musulmana, hemos sido testigos por estas horas del restablecimiento del orden a través del uso de las fuerzas públicas del país, la única forma que existe hasta ahora de mantener alejados a los fundamentalistas entre ellos.

El caso es que esta misma semana se habían producido una buena cantidad de choques entre musulmanes de la etnia rohingya, la más perseguida del país, y budistas, cercanos al Gobierno local, en una de las zonas más vulnerables del país, como lo es la localidad de Htan Kone, ubicada en la región de Sagaing.

Por otro lado, el sargento de la Policía local, Win Nyi, ha señalado a los medios de comunicación locales que se han detenido 12 personas acusadas de provocar los incendios en esta aldea musulmana que han dejado a más de 1.000 personas en las calles, sin dejar de mencionar las 200 muertas en la ciudad hasta ahora.

Además, como suele suceder siempre en estos casos, los encontronazos se reprodujeron posteriormente en algunas otras zonas del país, como por ejemplo en Lashio, también en el norte, y Meiktila, en el centro. Afortunadamente, en estos casos la situación no ha pasado a mayores para los implicados.

Vía: El Economista
Imagen: Fayer Wayer

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