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El Lago Inle, ubicado en el centro de Myanmar, con aproximadamente 22 kilómetros de largo y 11 de ancho es el lugar elegido por la etnia Intha para vivir, literalmente, sobre sus aguas. Pues los habitantes de esta comunidad birmana construyen sus casas sobre palafitos, levantan huertos en medio del lago y los pináculos de sus templos se reflejan sobre su superficie. En

En este sentido, quienes tengan la posibilidad de visitar este extraordinario sitio, quedará cautivado al observar el paisaje humano con los habitantes del Lago Inle.

De esta manera, es importante destacar que en el año 1996 la Junta militar birmana decidió abrir parte del país al turismo. Previo a ello tanto el país como los habitantes habían vivido décadas de aislamiento; Myanmar aparecía como uno de los destinos vírgenes en el sureste asiático. Cabe destacar que aún quedan amplias zonas del país vetadas a los extranjeros, pero afortunadamente el lago Inle quedó a salvo de prohibiciones.

El lago Inle les otorgará a los visitantes paisajes tales como mujeres haciendo avanzar su canoa entre los huertos flotantes. Los intha, la etnia mayoritaria en el lago Inle, han logrado construir sobre sus poco profundas aguas jardines flotantes, anclados al fondo con pértigas de bambú para evitar que queden a la deriva. Aquí consiguen sus verduras y hortalizas.

Además, el lago Inle se encuentra en el estado Shan, por lo que sobre sus aguas o en sus orillas están situadas diecisiete aldeas mayoritariamente de la etnia intha. Sus mujeres tienen una extrema facilidad para enroscar sobre sus cabezas todo tipo de pañuelos y otras prendas. Es habitual verlas fumando el cheroot, el puro birmano, constituyente de la cultura.

Vía: Antena3
Imagen: Objetivo Birmania

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