En las últimas horas, el Gobierno nacional de Tailandia, ha asegurado que “expulsará” a todos los birmanos pertenecientes a la etnia Rohingya que se encuentra siendo perseguidos en su país de origen, considerando que los mismos califican, de hecho, como “inmigrantes ilegales”, por lo que serán deportados bajo este concepto.
En este sentido, el Consejo Nacional de Seguridad de Tailandia, ha determinado que alrededor de 1.300 personas pertenecientes a esta etnia, una minoría musulmana considerada apátrida al resto de los seguidores de esta religión, y que en su mayoría han llegado en los últimos días a las costas tailandesas, serán deportados.
Además, otro buen grupo de personas fue detenido cuando intentaban cruzar hacia la vecina Malasia, con el objetivo de poder trabajar y devolver las deudas contraídas luego de emprender el viaje desde Birmania, algo que ahora deberán hacer pero desde su propio país, donde de hecho se encuentran perseguidos.
“Malasia es uno de esos países, ya que los inmigrantes rohingya quieren ir allí. Si no, serán repatriados a los campos rohingya en Myanmar y Bangladesh bajo la supervisión del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados”, explicó al respecto el secretario general del consejo, Pharadorn Phatthanathabutr.