En la ciudad de Monywa, situada al noroeste de Birmania, la policía antimotines hizo uso de cañones de agua y gases lacrimógenos con el fin de dispersar a la multitud que se encontraba allí protestando en contra de los desalojos forzosos.
En este sentido, cabe destacar que el desalojo forzoso en la ciudad de Monywa, tiene como objetivo sacar a los habitantes de allí con la intención de permitir la expansión de una mina de cobre, propiedad conjunta de los militares de Myanmar y un fabricante de armas chino.
En este contexto, varias personas que formaban parte de la protesta, dijeron que decenas de personas fueron heridas por la policía. Por su parte, los manifestantes reclaman que la expansión de la mina dará como resultado graves problemas ambientales, sociales y sanitarios.
De esta manera, la disputa es vista como un caso de prueba sobre el manejo del nuevo gobierno de las crecientes protestas sobre la apropiación de territorios bajo el régimen de los militares.
Asimismo, cabe destacar que este martes, la policía birmana arrestó a seis líderes de la protesta luego de manifestarse en Rangún contra la expropiación de tierra que está alrededor de la mina.