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Luego de varias semanas en las que afortunadamente no habíamos tenido noticias acerca de la violencia que suele expresarse entre parte del Gobierno nacional y las minorías, informes locales vienen dando cuenta por estas horas de nuevas escaladas de ataques en el estado occidental de Rakhine.

En concreto, como en muchos casos previos, se trata de una serie de choques entre representantes de las creencias musulmanas y budistas, dos de las religiones más importantes de Birmania, aunque en este caso el enfrentamiento sectario parece haber llegado a un nivel de violencia que nunca antes se le había asociado.

Hasta el momento, y de acuerdo a los reportes oficiales del caso, dos personas murieron y varias mezquitas fueron atacadas y quemadas, especialmente algunas de las más importantes que se encuentran enclavadas en la zona de Meiktila, al sur de Mandalay, por lo que las autoridades locales han declarado el “toque de queda”.

Hay que señalar, en este mismo sentido y haciendo caso a lo que decíamos antes, que las tensiones entre integrantes de ambas religiones son constantes en el país, llegando a su punto máximo de violencia el año pasado, cuando casi 200 personas murieron por los enfrentamientos entre los budistas y los musulmanes rohingya, desplazados al no ser reconocidos como birmanos.

Vía: BBC
Imagen: La Información

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