En medio de las constantes discusiones y reuniones que mantienen Birmania y la Unión Europea en los últimos tiempos, se debe destacar que las autoridades de esta nación asiática se han mostrado sumamente conformes con la posibilidad de trabajar juntas ambas regiones en la concepción de una serie de negociaciones que permitan la inversión común de todas las partes interesadas.

Hay que recordar que, en tal sentido, todo comenzó cuando la UE mostró a Birmania su completo apoyo -no sin obligaciones- en relación al tratamiento dado a la etnia minoritaria de los musulmanes rohingyas dentro de la nación, y ahora, ambas partes están llevando a cabo una serie de negociaciones que permitirían la inversión bilateral en el primer semestre de 2014, y que a Myanmar le beneficiaría desde el punto de vista del desarrollo socio-económico.

En tal sentido, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, y el ministro de Presidencia de Birmania, U Soe Thane, se han reunido varias veces en las últimas semanas, sobre todo para delimitar lo que se debe considerar un entorno abierto para las empresas y el mercado birmano, dado que como siempre decimos, hay que considerar que se trata de una nación que viene de medio siglo de ostracismo internacional.

Evidentemente, se trata de un guiño más que podemos ver de la Unión Europea para con Birmania, considerando que en el pasado este organismo continental le había retirado la mayor parte de las sanciones a la nación comandada por Thein Sein, y que ahora, como decíamos, parece que ambas partes podrían colaborar en inversiones fundamentales para el futuro del país asiático.

Vía: Europa Press
Imagen: GEIC