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Según informa la prensa local en las últimas horas, el Gobierno de Birmania ha decidido cancelar la amnistía que otorgaron a un preso político en 2012 al comprobarse que se trataba de un hombre reincidente, quien de este modo está obligado a cumplir los seis años de pena que le restaban por difamar a un agente del orden.

El hecho, que concretamente afecta al activista birmano May Myo Zin, antiguo capitán del Ejército de su país, tiene que ver con un levantamiento que derivó en hasta 591 reclusos encarcelados a mediados del año pasado, todos los cuales fueron luego liberados, a través de un plan de manistía aplicado por el Gobierno local.

El problema es que ahora, May Myo Zin ha sido encontrado de difamar a un policía y la semana pasada le condenaron a tres meses de cárcel o una multa de 22 dólares para librarse de esa segunda condena. Aunque él prefirió ser encarcelado, cuando los integrantes del partido que defienden fueron a pagar su fianza, se encontraron con esta sorpresa.

Es que les señalaron que este activista debía cumplir los seis años que le habían perdonado de la condena primera porque al reincidir la amnistía quedaba sin efecto, tal y como se detalla en las diferentes leyes al respecto que posee Birmania, y que demuestran que la democracia nacional no se va a dejar tratar de “blanda”, como algunos sostenían.

Vía: Diario Vasco
Imagen: Irrawaddy

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