Pero los viajeros que estén interesados en visitar este hermosísimo país, será necesario tener en cuenta algunas de sus particularidades. Birmania es uno de los países más fascinantes y genuinos que alberga el mundo. Pues su cultura, con cada una de sus peculiaridades llama rotundamente la atención de cientos de turistas de todo el mundo.
Para empezar, los birmanos no tienen apellido. Ninguno de ellos toca en público a alguien del sexo opuesto. Son los únicos del sudeste asiático que conservan la forma tradicional de vestir: el longyi, un tubo de algodón o faldón hasta los pies, que se anuda a la cintura, y es usado por ambos sexos, por lo que se ven muy pocos pantalones, salvo los de los militares.
Y la mayoría de sus habitantes, especialmente las mujeres, se untan la cara y el cuerpo con tanaka (polvo de madera), una especie de maquillaje color carne que les protege del sol y que desprende un agradable aroma. Cuanto antecede es sólo una breve muestra de los aspectos que sorprenden al visitante no más llegar a Birmania.
Porque este país es realmente sorprendente por éstos y otros muchos motivos: étnicos, culturales, religiosos, paisajísticos y monumentales. De ahí que, si puedes, conquístalo a la manera de William Fauulkner: con las suelas de tus zapatos.
En ningún otro país de la región se pueden ver tantos pareos, turbantes y exóticas vestimentas, las cuales, por otro lado, permiten identificar las diversas etnias que pueblan el territorio birmano. Olores y colores se mezclan en una escenografía perfecta que te traslada a otros tiempos.
Vía: La Gran Época
Imagen: Descubre tu Viaje