Un tribunal de Birmania (Myanmar) condenó a penas de cárcel a tres empleados de Naciones Unidas por su implicación en la ola de violencia sectaria en el estado Rakhine, en el oeste del país, informaron hoy medios locales.
El tribunal de Maungdaw, en Rakhine, condenó a dos trabajadores de la agencia para los refugiados de Naciones Unidas a seis años de prisión, y a dos años otro empleado del Programa Mundial para los Alimentos, según el portal Weekly Eleven.
Los tres fueron encarcelados, según la sentencia emitida el viernes, por su implicación en actos de violencia y por promover el odio entre la comunidad budista y la musulmana, añadió el medio.
Naciones Unidas denunció en julio la detención en Rakhine de doce trabajadores humanitarios -seis de la agencia de la ONU y otros seis de Médicos sin Fronteras- cinco de los cuales fueron puestos en libertad el pasado 16 de agosto.
Al menos 80 personas murieron y unas 100.000 fueron desplazadas en enfrentamientos sectarios librados en junio entre los miembros de la etnia rohingya, de credo musulmán, y de la población autóctona de Rakhine, de religión budista.
El detonante de los disturbios, en los que también fueron destruidas 2.230 casas, fue el hallazgo del cadáver de una mujer budista violada y asesinada por tres musulmanes el pasado 28 de mayo.
Unos 800.000 musulmanes de la etnia rohingya habitan en Birmania, la mayoría en Rakhine, aunque las autoridades de este país de mayoría budista no les reconocen la ciudadanía y mantienen que proceden de la vecina Bangladesh.